Palacete de Bučovice

Palacete de Bučovice

Una joya renacentista en Moravia

El palacete de Bučovice, cerca de Brno, en el sur de Moravia, es un ejemplo único de arquitectura renacentista. La fastuosa decoración manierista de los interiores y la fuente del patio no tienen parangón entre los palacetes checos. Destaca el patio porticado, con casi cien columnas, ricamente decorado con motivos bélicos, escudos, animales y criaturas fantásticas. También se puede ver la oficina de contabilida de la familia Liechtenstein propietaria del palacete, restaurada, de 200 años de antigüedad.

El renacimiento en su forma más pura

A diferencia de la mayoría de los palacetes renacentistas de la República Checa, este no es la reconstrucción de un castillo antiguo, sino que se construyó de nueva planta. Se diseñó según un modelo italiano entonces muy popular. El proyecto consistía en el edificio, los jardines, las murallas y un foso. Nada altera la pureza del estilo, y 400 años después todavía se puede disfrutar de la belleza de la estructura.

Una exposición interesante

La mayoría de los palacetes se centran en exponer la vida y las viviendas de las familias ricas. Pero aquí se ha creado una exposición con otro concepto. El Aristócrata de Moravia en el Laberinto del Mundo presenta a la aristocracia morava en su contexto, caracterizado por la tolerancia religiosa y la prosperidad económica y cultural, durante el renacimiento tardío. La exposición busca mostrar el estilo de vida de la nobleza de la época, para dar a conocer su educación, aficiones y en general su vida cotidiana.

Qué ver en los alrededores

Bučovice está en el sur de Moravia, por lo que también podría visitar Brno y algunos de sus famosos cafés. En la otra dirección, al noreste, está Kroměříž. Este lugar ha sido la residencia de verano de los arzobispos durante siglos. Allí construyeron el palacete y el jardín de las flores, lugares tan singulares que están inscritos en la lista de la UNESCO. Si tiene un coche disponible, salga al campo. El cercano abismo de Macocha y el río subterráneo Punkva figuran entre los lugares naturales más interesantes del mundo.