Jičín

Jičín

¡Entre en un cuento de hadas en Jičín!

La ciudad de cuentos de hadas Jičín, con su símbolo típico –el tejado rojo de la puerta local– es uno de los pueblos más pintorescos de la República Checa. Venga a descubrir la fascinante historia del gobernador excéntrico que regía el lugar, pasar por el centro histórico y conocer la naturaleza preciosa del Paraíso de Bohemia, del nombre checo Český ráj, situado justamente tras las puertas de la ciudad.

La historia de Jičín está vinculada inseparablemente con el nombre de Alberto de Wallenstein, hombre de negocios, político y comandante supremo, que en su época era una de las personas más poderosas de Europa. Wallenstein, quien poseía casi todos los palacios de la región, eligió Jičín como metrópoli de su ducado e intentó convertir la ciudad en algo así como el Versalles checo. A ello se debe el hecho de que hoy podemos admirar aquí numerosos edificios elegantes, en cuya construcción participaron los mejores arquitectos de la época. Por su avaricia, soberbia y carácter derrochador y debido a sus formidables capacidades como general, Alberto de Wallenstein sigue siendo uno de los personajes más controvertidos de la historia checa.

156 peldaños para disfrutar de una hermosa vista

Haya sido como haya sido como persona, Jičín debe su hermoso centro renacentista a Alberto de Wallenstein. Incluso se dice que el duque prestaba dinero a burgueses no adinerados para que pudieran construir casas, cuanto más ostentosas, mejor. En la plaza principal, podemos ver su palacio. Forma parte del mismo, entre otras, la sala en la que se celebraron las negociaciones entre el emperador austríaco Francisco I y los representantes de Prusia y Rusia, en 1813, que condujeron a la creación de la Santa Alianza dirigida contra Napoleón. No deje de subir a la torre de la cercana Puerta de Valdice. Desde este símbolo de la ciudad se le ofrecerá una vista preciosa de los alrededores, así como de la red de calles a sus pies, que se asemeja a un tablero de ajedrez.

De Jičín al Paraíso…

Vale la pena visitar no solo la ciudad misma, sino también sus cercanías inmediatas. Jičín es un excelente punto de salida al Paraíso de Bohemia que, gracias a sus ciudades bizarras de roca y palacios preciosos, figura entre las zonas más visitadas de la República Checa. En las rocas Prachovské skály, también encontrará una naturaleza virgen. Allí le esperará un mundo maravilloso de monumentales rocas de piedra arenisca, que adquieren las formas más diversas, barrancos profundos y pasos estrechos entre peñas cubiertas de musgo, como creadas por la alegría del movimiento.