Barroco

Barroco

Juego sutil de luces y sombras, diseños complejos llenos de simbolismo, techos de mansarda y cebolla el barroco checo sigue deslumbrando al mundo!

El barroco checo influyó en la arquitectura, pero también las bellas artes, la literatura, el teatro y la música checa. Se construían iglesias, monasterios, palacios y grandes castillos que cambiaron para siempre el carácter de las ciudades y pueblos checos. También Praga se puso la vestimenta de barroco. Después de todo, ¿quién no conoce el famoso barroco de Praga?

Dientzenhofer y Santini

Recuerda estos dos nombres porque sin ellos el barroco checo no tuviese su gran sonido y la reputación. La obra de arte del padre e hijo Dientzenhofer es por ejemplo la Iglesia de San Nicolas en Praga en Malá Strana, la iglesia barroca más bella de Praga y una de las construcciones barrocas más preciadas de Europa. Su estilo típico lleva también el lugar de peregrinación de Praga en Loreto con el carillón mundialmente conocido, Monasterio de Plasy, Monasterio benedictino de Broumov y el Palacio de Ploskovice.

Rareza checa que no tiene paralelo en cualquier lugar, es el estilo de barroco gótico, combinando ambos estilos en un conjunto armonioso. El maestro de este estilo fue el arquitecto J.B. Santini. Muchos de sus trabajos han sido incluidos en el patrimonio de la UNESCO, como por ejemplo la  Iglesia de San Juan Nepomucký en Zelená hora o la Catedral de la Asunción de la Virgen María en Kutná Hora-Sedlec y la cercana Capilla de Todos los Santos, debajo de la que se esconde el pintoresco osario.

Teatros, estatuas y otros

El arte barroco afectó también otros sectores. Por ejemplo en el Palacio de Český Krumlov podrás ver el precioso teatro barroco. Espectaculares terrazas barrocas y balaustradas ofrece el paseo por los jardines Vrtbovská y otros jardines en Malá Strana en Praga. La verdadera galería barroca al aire libre que tiene treinta estatuas barrocas se encuentra en el Puente de Carlos, alegorías escultóricas de Virtudes y Vicios en Kuks u otros monumentos de la UNESCO, la Columna de la Santísima Trinidad en Olomouc. El esplendor barroco se siente en los interiores de los palacios en Slavkov u Brna, en Vranov nad Dyjí o en Kroměříž.