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Las orquestas mundiales más destacadas, directores de orquestas e intérpretes de la música clásica se encuentran en Praga todos los años gracias al festival que divulga el buen nombre de los compositores más famosos checos y de la música checa. Claro que la obra de Antonín Dvořák está en el centro de la atención. El festival atrae al público joven por una campaña original de street art “La música clásica sabe divertir“ y les invita al Club de jóvenes. El programa ofrece también el día de familia para los visitantes más pequeños. Los conciertos se celebran en la sala de Dvořák de Rudolfinum, en la catedral de San Vito del Castillo de Praga, en la sala de conciertos del Conservatorio de Praga y en Pražská křižovatka.

Bien concebido, desde cada detalle hasta su conjunto funcional, preciosos ornamentos naturales y objetos de uso diario hechos con precisión, así se podría describir el modernismo, el estilo que a finales del siglo XIX y a principios del siglo XX obsesionó a todo el mundo, no sólo en el arte, sino también en la moda y vida cotidiana. Regresa por un momento al mágico siglo del vapor en la majestuosa Casa Municipal, que con sus dimensiones y buen estado de conservación pertenece al top mundial de su estilo. Escucha a Dvořák o Mozart en la Sala de Smetana bajo el techo de la perla de modernismo y disfruta de su belleza no sólo con los ojos, sino también con otros sentidos.

Este año se efectuará el año 14 del festival, en homenaje a Antonín Dvořák - el compositor checo del siglo XIX. En los días del 6 al 24 de septiembre de 2021, el festival recibirá en Praga a los mejores solistas, directores de orquesta, orquestas de renombre internacional y de cámara. También podrás participar en conciertos que presentarán todo lo mejor que ofrece la música clásica en la actualidad. El festival transcurrirá sobre todo en Rudolfinum, en el centro de Praga.

La República Checa vio nacer a muchos compositores de música. Antonín Dvořák es, sin lugar a dudas, uno de los más populares en la actualidad. Sus composiciones son presentadas en numerosas escenas mundiales y este año se conmemora exactamente 180 años de su natalicio. Vamos a presentarte los sitios donde en la actualidad podrás encontrarte con Antonín Dvořák, tan siquiera simbólicamente.

El Festival de Música de Zlatá Pecka está dedicado a las grandes personalidades checas. Los grandes conciertos orquestales y de cámara se componen exclusivamente de obras de los compositores checos Bedřich Smetana, Antonín Dvořák, Leoš Janáček y Bohuslav Martinů. Además de Chrudim, también se celebrarán festivales individuales en Pardubice, Holice y Letohrad.

Hace años había aquí un hermoso pabellón del que hoy ya puedes admirar solo la columnata de hierro fundido, que oculta debajo de su magistral estructura dos de los manantiales mágicos del lugar.

El palacio de Nelahozeves, con sus interiores decorados con pinturas al fresco, se incluye entre las construcciones renacentistas más bellas de Bohemia. A la vez alberga un museo y una galería con una exposición titulada “Mirada al seno aristócrata de la familia Lobkowicz”, que presenta la vida de la nobleza en el siglo XIX. A lo largo de más de 600 años, los Lobkowicz han desempeñado un importante papel en la historia de Europa Central, ostentando incluso el título de príncipes del Sacro Imperio Romano. Eran patrocinadores de la ciencia, así como de artistas como Ludwig van Beethoven.

El edificio Rudolfinum pertenece, desde hace más de 100 años a la Ciudad Vieja de Praga Staré Město y a su malecón. Es una excelente muestra de arquitectura de estilo neorrenacentista de finales del siglo XIX Dispone de salas de concierto de magnífica acústica en las que suenan grandes conciertos, por ejemplo, los del festival anual de música clásica: Primavera de Praga que se celebra todos los años.

El monumento más valioso de Kolín es su catedral gótica de SantoBartolomé, obra del reconocido arquitecto Petr Parléř, quien también participó en la construcción de la catedral de San Vito en Castillo de Praga. El campanario de la catedral de Kolín está abierto al público y sirve como un mirador.

El hotel Thermal se halla en el corazón de Karlovy Vary y gracias a eso, se ha convertido en su icono.