Rutas menos conocidas por las montañas checas

Rutas menos conocidas por las montañas checas

Atrévete descubrir nuevos rincones del país

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Rutas menos conocidas por las montañas checas
¿Te gusta probar, vivir y descubrir cosas nuevas? Si la respuesta es 'sí', continúa leyendo porque te va a interesar nuestra propuesta.
Si tienes un alma aventurero y no sueles conformarte con lo habitual, te hemos preparado varias rutas por las zonas montañosas de la Repblica Checa menos habituales que te encantarán.

La senda a los lagos glaciales

La sierra de Šumava, al Bohemia del Sur, ofrece varias rutas de senderismo interesantes. Una de ellas es hacia los lagos glaciales, al Lago Negro (Černé jezero) y al Lago del Diablo (Čertovo jezero). La ruta empieza en el pequeño pueblo Železná Ruda. El Lago Negro es más grande de la sierra, su nombre viene del color de agua que aparentemente es negro, sin embargo, es solamente el reflejo de los bosques en el agua.

El nombre del Lago del Diablo proviene de una leyenda. Se dice que un diablo al intentar arrastrar a una chica al infierno hizo una raya muy profunda que ahora se llena del agua y que de vez en cuando aparecen monstruos y trasgos. La ruta circular que va desde Železná Ruda al Lago Del Dablo, luego al Lago Negro y vuelva a Železná Ruda mide unos 8,5 kilómetros. 

La Ruta del Oro

La Ruta del Oro entre las regiones de Pilsen y de la Bohemia del Sur lleva su nombre por la riqueza que traía a la gente antiguamente. La red de varios caminos se fijó en tres vías principales: la de la ciudad de Prachatice, del pueblo Vimperk y de la sierra de Kašperské hory. Hoy suma 631km de varias rutas que unen la República Checa con la alemana Baviera gracias a trece pasos fronterizos entre ambos países.

Para los aficionados al senderismo se abre un gran abanico de rutas históricas de distintas dificultades en las que se puede descubrir la singularidad de la naturaleza  y los monumentos del Tejado Verde de Europa como suelen llamar la Ruta de Oro también. En la página web hay descritas 47 sendas  diferentes que darán a conocer los pueblos y las ciudades de Bohemia del Sur y del Oeste y las zonas naturales en las que viven muchas especies protegidas. Se sube a varias colinas y miradores, se descubren castillos y ruinas de los castillos de las dos regiones que pueden contar historias muy interesantes y, como no, muchos lugares extraños y únicos como por ejemplo la selva de Boubinský prales, las piedras del poder mágico Stonehenge de Holašovice o la extraña Cruz del Gallo (Kohoutí kříž) cerca de Ubislav, adorada con instrumentos con los que torturaron a Jesucristo.

El camino al Niño Jesús en las montañas de Krušné hory

En Bohemia del Noroeste, en la parte fronteriza con Alemania, se encuentra las montañas Krušné hory conocida sobre todo por muchas minas. Esta región fue inscrita en al año pasado en la Lista del Patrimonio de la UNESCO.

A parte de visitar las minas que ya no funcionan, se puede realizar muchas rutas por la montaña. Una de ellas es la senda al Niño Jesús (Ježíšek) que quizá sea más llamativas para los niños ya que los niños checos saben que es él el que reparte los regalos en Navidad y, por supuesto, quieren conocerlo. La ruta empieza en el pueblo Boží Dar desde donde se envían los regalos de Navidad a los niños de Chequia. Hay dos opciones de la senda: la corta, de 6 kilómetros, o la larga de 13 kilómetros.

La ruta a la mina de Jáchymov

El pequeño pueblo balneario de la montaña Krušné hory,  Jáchymov, está inscrito en la historia de la República Checa de color negro. El régimen comunista creó en su cercanía en los años sesenta del siglo pasado la mina de uranio para los ‘enemigos del régimen’. Los „mineros” trabajaban en las condiciones inhumanas. Durante su funcionamiento pasó por este lugar infernal unas sesenta mil personas.

La ruta hacia la mina se apoda El infierno de Jáchymov y se inicia en la plaza histórica del pueblo. Tiene 12 paradas  en las que se informa sobre la historia de minería, de los campos de trabajo de la región, de la naturaleza y de las curiosidades de la montaña de Krušné hory. La senda mide 8,5 kilómetros.